lunes, 12 de octubre de 2009

Historias agenas

Sabes, cada vez que me envías un mensaje y veo una foto tuya, cierro los ojos muy fuerte y pido un deseo. Cuando los abro, estamos sentados apoyando la espalda en un árbol y riendo como si nos conociéramos de siempre, con la complicidad que sólo el tiempo y las confesiones dan. Nos miramos y decimos: "¡qué fuerte tío, estás aquí!", y nos tronchamos de risa.
Yo, que estoy más loco, te pregunto ¿nos tiramos al río?, tú contestas: está helado-, mientras me miras te partes de risa, porque ya me conoces y sabes que en segundos estaré ahí tiritando y llamándote. Entonces tú también te tiras, vienes y nos abrazamos, reímos y tiritamos juntos. Gritamos fuerte porque hace frío, y porque sabemos que cuando el eco de las risas deje de oírse, tu y yo desapareceremos.

de alguien llamado maxbcrglz

2 comentarios:

Di lo que quieras: